He puesto los pies en suelo británico después de casi 9
años. Durante el vuelo de ida me he dado
tiempo a plantearme cosas tan curiosas como las condiciones laborales de los
empleados de Ryanair. Derecho laboral
irlandés que “vuela (literalmente) de un
lado a otro” ¿Cuántos días tendrán de vacaciones, qué tipo de permisos se les
concederán? ¿cómo se las arreglan para conciliar su vida laboral y familiar?
En fin, toda una serie de cuestiones que
(salvando las distancias entre el derecho español y el irlandés) forman parte, entre otras cosas del día a día de mi trabajo. ..
Aunque concebí el blog como algo profesional,
me parece que va a acabar siendo un cuaderno de a bordo donde se entremezclen
temas profesionales con personales…lo digo por aquello de que comunicar nuestras intenciones es una de las bases del buen
entendimiento y puede evitar confusiones
y malentendidos.
Salvo el domingo día 21 de abril, he disfrutado mis 3 días en Liverpool bajo un sol espléndido. ¿Por qué en España no
digo sol espléndido sino bochornoso? Pues está claro, salí de allí con 25
grados y llegué a Liverpool con 10, he ahí una más que sutil diferencia.
Mientras escribo estas líneas en el vuelo de
vuelta y después de dos días viviendo
intensamente la vida diurna y nocturna de la ciudad de Liverpool, me planteo
unos cuantos interrogantes, algunos banales y otros no tanto.
¡Qué diferentes somos los ingleses y los
españoles! Sobre todo en el tema de los
horarios. Son razonablemente eficientes en la “gestión del tiempo”. Entre las cosas curiosas:
La gente puede ir al gimnasio en Liverpool
hasta las 12 de la noche, lo vi con mis propios ojos a través de unos grandes
ventanales.
No tienen horarios establecidos para el
lunch. Comen por pura necesidad, por la calle, en el parque, donde les pilla a
mano. Esto de disfrutar de la comida debe estar reservado para un pequeño porcentaje . En “The Fall Well” es fácil llenar el estómago a cualquier hora
del día.
Su termostato corporal debe funcionar de
manera distinta al nuestro porque con 8 o 10 grados todas las jóvenes y no tan
jóvenes se ponen sus sandalias de tacón, vestidos de tirantes (sin abrigos) y se pasean por calles como
Mathew Street, hervidero de pubs ,muchos
de ellos con música en directo durante todo el día. En especial “The Cavern”,
donde la Beatlemanía se percibe por todos los rincones de este agradable lugar.
Otra gran diferencia que tiene que ver con la
gestión económica más que con la del tiempo. La mayoría de los museos son
gratuitos, a excepción del de los Beatles. Visitas obligadas para los que se
dedican al mundo del Derecho , Saint Georges´s Hall. Se puede visitar la
mayoría de sus estancias. Interesantes las celdas y sala de vistas donde se
celebraron casos desde mitad del S. XIX
hasta mitad del XX.
He disfrutado del Albert Dock, del Museo de
los Beatles y del Museo Marítimo, además de haber hecho el recorrido “Magical Mystery
Tour” que te hace un repaso de lugares relevantes en la vida de los Beatles.
Realmente la visita a la ciudad de Liverpool
ha despertado en mí muchas curiosidades, pero sobre todo el deseo de volver a
casa y escuchar canciones como Penny Lane, Strawberry fields, Do you want to
know a secret? y alguna que otra cuyo título no recuerdo pero que me ha hecho
desconectar durante unos días y ver “desde otra perspectiva” mi vida real.
Nuestra vida puede ser vista desde diferentes
perspectivas y no debemos dejar escapar el placer de disfrutar de algunas de
ellas cuando la ocasión se presenta…
Hasta pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario