Siento necesidad de agradecer a públicamente
a quienes comparten conmigo penas y alegrías en la
AVTPAL porque hoy he sentido
un poco más que el servicio público y el servicio a la ciudadanía aporta un
algo especial a las personas que se entregan y dedican a ello. Como ha dicho uno
de nuestros compañeros que acaban de empezar a disfrutar de su situación de “júbilo”
, las personas dedicadas a gestionar personas (ahora que parece que eso de llamarnos
“recursos” no suena bien
😊 ) desarrollan/amos un algo especial que bien
llevado nos hace gozar o participar de una vida mejor, insisto, bien llevado.
Pero al margen de los contenidos
y ponencias de interés, quería exponer algunas reflexiones que me traigo hoy de
Valencia
1.- Nuestra Administración Pública, necesita -como
lo ha necesitado cíclicamente- una puesta
a punto en materia de personas y gestión del conocimiento. Sin embargo, esa
puesta a punto, como sucede con cualquier objeto que se utilice o con cualquier
persona que va envejeciendo, cada vez es más complicada y hay que ponerse seriamente
a ello antes de que nos convenzan que la única solución es “hacerla nueva” , antes
de que muera o se deteriore por completo.
2.- Esta
puesta a punto ha de tener su foco en
las personas, en su selección, en su formación y en su relevo. Es decir, ¿cómo
puedo ser seleccionado? ¿cómo puedo formarme? y, por último, ¿cómo puedo transmitir el conocimiento
adquirido a lo largo de tantos años? Cuando
en una organización se pueda dar respuesta, con cierto detalle y de manera
motivada a estas 3 cuestiones, podremos estar
orgullosos y casi seguros de que “obtendremos beneficios” porque el sujeto de esas tres preguntas será
por fin la persona. La que, a lo largo de su carrera profesional, estudiará,
trabajará y transmitirá su conocimiento. 😊